La Urgencia de Formar Asistentes de Trato Directo: Una Respuesta casi inmediata a la empleabilidad

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Chile enfrenta una transformación demográfica sin precedentes. Según el INE, las personas mayores de 60 años superan los 3,6 millones, representando más del 18% de la población. Este envejecimiento acelerado exige preparación inmediata en cuidados especializados.

La autonomía de los adultos mayores es un desafío nacional. El estudio Encuesta Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE) revela que un 48% reporta dificultades en actividades instrumentales diarias. Esta dependencia funcional demanda profesionales capacitados urgentemente.

El sector carece de capital humano formalizado. Se estima que solo existen 2,5 trabajadores formales por cada 100 adultos mayores según datos del SENAMA. Esta brecha abre una oportunidad laboral masiva con alta empleabilidad rápida.

Los Asistentes de Trato Directo son pilares del cuidado gerontológico. Modernizan la atención con técnicas en movilidad segura, comunicación y manejo de patologías crónicas. Su labor impacta directamente en la calidad de vida y autonomía.

La formación especializada es un imperativo ético y social. Programas como el ofrecido por Deus Capacitaciones entregan competencias técnicas y sensibilidad humana esenciales. Esta preparación es fundamental para evitar negligencia y maltrato pasivo en la atención.

La proyección demográfica consolida esta vocación. CELADE estima que para 2035 los adultos mayores representarán el 25% de la población. Garantizar su bienestar requiere una fuerza laboral capacitada que comienza con formación de excelencia.

La elección de un programa de estudios debe considerar el respaldo institucional y la trayectoria con poblaciones vulnerables. La alianza con una OTEC vinculada a ONG Pather Nostrum —organización con casi 20 años de experiencia en atención a personas con discapacidad y adultos mayores— asegura una metodología probada en contextos reales.

Esta sinergia entre formación técnica y trabajo en terreno enriquece el aprendizaje con perspectivas prácticas y humanizadas. Capacitarse bajo este modelo no solo entrega certificación, sino también un conocimiento socialmente responsable.

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