Asistente de Trato Directo: Formarse para un Chile Más Inclusivo de aquí a 5 años más

Compartir Artículo

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas; en 2004, en Chile, solo 1 de cada 40 personas vivía con una discapacidad severa. Dos décadas más tarde, esa cifra ha aumentado de forma drástica: en 2024, 1 de cada 10 personas enfrenta algún tipo de discapacidad severa, lo que equivale a más de 1.746.000 personas. Este dato no solo refleja una transformación demográfica, sino también una llamada de atención: la inclusión ya no es solo un ideal, es una necesidad urgente y concreta.

Con este cambio, también crece la demanda de asistencias y servicios que les provea a estas personas un apoyo directo, humano y calificado. Y es ahí donde cobra fuerza una figura esencial: Asistente de Trato Directo, un rol cada vez más valorado tanto en entornos familiares como institucionales.

Una labor silenciosa, pero esencial

El trabajo de trato directo con personas con discapacidad no es visible en los titulares de los medios de comunicación, pero su impacto es profundo. Implica acompañar en tareas diarias, comunicarse desde el respeto y, sobre todo, comprender que asistir aquellos que demandan de una asistencia constante, se debe hacer con una sobredosis de vocación de servicio.

Para quienes asumen este rol, el desafío no es solo técnico: también es emocional, ético y social. Es por ello que este requiere preparación, empatía y una visión clara de los derechos humanos.

¿Cómo formarse para este desafío?

Frente a esta necesidad creciente, distintas instituciones han comenzado a ofrecer programas formativos enfocados en el trato directo. Entre ellas, una de las que más ha destacado es Deus Capacitaciones, con un enfoque centrado en la inclusión, la empatía y la preparación práctica.

¿Por qué Deus ha ganado reconocimiento en este campo? Tal vez por su capacidad de equilibrar lo técnico con lo humano. Su curso de Asistente de Trato Directo con mención en personas con discapacidad entrega herramientas concretas para abordar las necesidades cotidianas, sin perder de vista la dignidad de las personas.

Además, incluye módulos sobre autocuidado, estrategias de comunicación adaptada y comprensión legal, lo que permite al estudiante salir preparado no solo para cuidar, sino para acompañar con criterio, respeto y seguridad.

A esto se suma que dicha OTEC tiene un vínculo indisoluble con ONG Pather Nostrum, institución que lleva casi dos décadas asistiendo a personas en situación de discapacidad; lo que vuelve tangible los conocimientos teóricos con la práctica; evidenciado en varios de sus programas de cuidados; en residencias y establecimientos de larga estadía.

¿Para quién es esta formación?

Este tipo de capacitación está dirigida a una amplia gama de personas:

  • Quienes ya trabajan o desean trabajar en el ámbito del cuidado o la inclusión.

  • Familiares de personas con discapacidad.

  • Estudiantes o profesionales del área social, salud o educación.

  • Aquellas personas que simplemente sienten el deseo de contribuir de manera significativa en su entorno

  • Y también, para esas personas que buscan multiplicar sus oportunidades de encontrar una mayor empleabilidad en días como hoy.

En todos los casos, el objetivo es el mismo: formarse para marcar la diferencia.

No solo una herramienta laboral, también una postura ante la vida

Aprender a ser un Asistente de Trato Directo no solo amplía el horizonte laboral. También transforma la manera en que nos relacionamos con el otro, con la diversidad, con la idea de comunidad. En un país donde cada vez más personas necesitan apoyo especializado, formarse es también un acto de responsabilidad social.

Y si estás buscando una capacitación que combine teoría, práctica y propósito, tal vez la pregunta no sea si este es el camino, sino si ya es tiempo de recorrerlo.

Otros post:

Contáctanos

¿Tienes dudas o quieres escribirnos? Completa el formulario y te responderemos pronto.