En un mercado laboral que evoluciona rápidamente, la búsqueda de talento innovador lleva a las empresas a mirar hacia donde antes no lo hacían. La neurodiversidad -concepto que abarca variaciones naturales en el cerebro como el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la dislexia- está siendo reconocida como una fuente de habilidades excepcionales. Personas neurodivergentes suelen poseer pensamiento lateral, una meticulosidad extraordinaria, capacidad de hiperconcentración y un patrón de reconocimiento único, cualidades ideales para roles en análisis de datos, control de calidad y programación.
Roberto Carvajal, Director de Deus Capacitaciones, comenta sobre este potencial: “Nuestro enfoque se basa en una premisa simple: la neurodiversidad no es un déficit que compensar, sino una ventaja que potenciar. En nuestros cursos de alfabetización digital, como Excel avanzado o introducción a la analítica de datos, hemos visto cómo alumnos con TEA, por ejemplo, destacan en la detección de patrones e inconsistencias en grandes volúmenes de información. El desafío no es su capacidad, sino que la metodología de enseñanza sea la correcta. Nos especializamos en adaptar la entrega de contenidos, utilizando herramientas visuales, estructuras claras y entornos de aprendizaje predecibles que permiten a estos talentos únicos florecer”.
El impacto de esta formación especializada es tangible. Según un informe de la consultora internacional Deloitte, titulado “Diversity and Inclusion: The Reality Gap”, los equipos con miembros neurodivergentes pueden ser hasta un 30% más productivos en tareas que requieren innovación y atención al detalle. A nivel local, un estudio cualitativo realizado por la Fundación Descúbreme sobre inclusión laboral en Chile (2023) revela que el 78% de las empresas que han incorporado talento neurodivergente reportan una mejora significativa en la calidad de los procesos y una mayor fidelidad en sus equipos.
“Capacitar en herramientas digitales a una persona neurodivergente con la metodología adecuada no es solo un acto de inclusión; es una inversión estratégica”, añade Carvajal. “Hemos sido testigos de cómo egresados de nuestros programas, que antes enfrentaban barreras de empleabilidad, hoy son altamente valorados en áreas técnicas. Una empresa nos comentó que un alumno con TDAH revolucionó su proceso de depuración de bases de datos, completando en horas una tarea que antes tomaba días, gracias a su capacidad para la hiperconcentración en sistemas. Ese es el tipo de valor que las empresas están descubriendo”. Deus Capacitaciones se consolida así como el puente que transforma percepciones, capacitando talentos únicos para que las empresas no solo cumplan con cuotas de inclusión, sino que ganen una ventaja competitiva real.


